Por Sandra Lis Gómez, Lisan
Qué vergüenza absoluta y que siempre ha existido: “La discriminación”. Nos discriminamos entre nosotros, por diversos criterios, por diferentes opiniones o razones de cómo vivir.
La discriminación acto violatorio de los derechos del individuo como ser total en este mundo, y aparecen los conflictos: sociales, raciales, religiosos, sexuales, de género, políticos etc.; pero hoy me referiré al conflicto de la discriminación por ser diabético.
Es mi posición que nosotros los diabéticos debemos ser los principales actores para no ser discriminados en la sociedad y en el mundo.
Los diabéticos somos seres íntegros y que podemos dar mucho a la sociedad y a los Estados a los cuales pertenecemos; por lo tanto deben tener presentes todos las Organizaciones de y para la salud, que generaremos menos gastos y a nivel mundial, si se nos toma en cuenta que tenemos el absoluto derecho a estar plenamente satisfactorios para responder a las demandas de las diversas actividades en las cuales el diabético está inmerso aunque no lo vean.
Somos capaces de ser una paradoja real entre un individuo sano y el ser diabético.
Para esto tenemos que tener la capacidad de demostrar que si queremos y nos ayudan con buenas políticas de salud para la prevención de complicaciones, generaremos menos gastos a futuro.
En mi caso llevo 39 años con diabetes Tipo 1 y nunca he faltado a mi trabajo por causa de mi diabetes, puedo haber faltado por razones de otra índole como ser un duelo.
Estoy involucrada y sanamente a ser un actor a nivel mundial y a sumar diabéticos de otros países que tengan esta problemática.
Estoy convencida que no es una utopía, que si nos convertimos en verdaderos actores de estos hechos podemos demostrar todos juntos y sin cuidar cada uno su rancho; que se puede y que la unión hace la fuerza.
Lo estoy comprobando en mi país, Argentina en la que soy referente de Córdoba de AProDiAR (Agrupación de protección al diabético en Argentina)
Me escriben y estoy en comunicación con diabéticos de México, Bolivia, Uruguay, Venezuela, Colombia por referir algunos.
Siempre se escuchan lamentos de como los Laboratorios tienen los insumos para el control del diabéticos, con unos costos exagerados.
Mi opinión es que “No tiene la culpa el cerdo sino, quién le da de comer”.
Si los Ministerios Nacionales revierten esta situación imponiendo cláusulas para su venta en importes accesibles para todas las clases sociales; esto estaría resuelto.
Es que no nos ponemos la camiseta para gritar todos juntos: “Tengo derecho a no complicarme”.
Cuando me invitan a festejar el día del diabético solo pienso en esto: No luces en edificios, Sí medidas desde los Estados para la Prevención.
Podemos sí utilizar esta herramienta de estar iluminados ese día y de color azul, pero con la pancarta al lado que diga: Tengo el derecho a no complicarme, con la provisión de insumos, con detección temprana pero por sobre todas las cosas con educación para poder utilizar lo que el Estado me debe proveer.
Por favor no más discriminación para el diabético en todas sus formas, soy diabético: aquí, en Argentina, en España, en EEUU, en China o en Marruecos.
Soy diabético en Estudiabetes o en Diabetes al día.
Soy diabético y con honra y estaré ayudando y colaborando siempre para que ningún diabético sea discriminado socialmente.
Es mi sincero deseo que se tome conciencia de los flagelos y olvidos de los derechos del diabético para ser seres que aporten todas sus capacidades a este mundo tan maravilloso.
Gracias.
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